viernes, 23 de noviembre de 2007

El Universo sobre mí. Amaral





Sólo queda una vela encendida en medio de la tarta
Y se quiere consumir. Ya se van los invitados
Tú y yo nos miramos, sin saber bien que decir

Nada que descubra lo que siento, que este día fue perfecto y parezco feliz
Nada como que hace nucho tiempo que me cuesta sonreir.

Quiero vivir, quiero gritar, Quiero sentir el universo sobre mi
Quiero correr en libertad, Quiero encontrar mi sitio...

Una broma del destino, una melodía acelerada en una cancion que nunca acaba

Ya he tenido suficiente, necesito a alguien que comprendaq ue estoy sola en medio de un monton de gente

Que puedo hacer...

Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mi
quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad...

Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mi
Como un naufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio
Sólo encontrar mi sitio...

Todos los juguetes rotos, todos los amantes locos, todos los zapatos de charol

Todas las casitas de muñecas donde celebraba fiestas, donde solo estaba yo

Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mi
quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad...

Quiero vivir, Quiero sentir el universo sobre mi
Como un naufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio
Sólo encontrar mi sitio

Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mi
Quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad

Quiero vivir, Quiero sentir el universo sobre mi
Como un naufrago en el mar, Quiero encontrar... Mi sitio...

Sólo queda una vela, encendida en medio de la tarta
Y se quiere consumir



Para entender los comentarios a estas canciones, que llenan nuestras emisoras de radio, nuestros oídos, no hace falta ser piadoso o cristiano…hace falta estar vivo, algo que el hombre de hoy difícilmente consigue, o que fácilmente se confunde con una diversión fugaz que no consigue dar respuesta a las ansias de vida que anidan en nuestro corazón.

Las canciones muchas veces expresan este grito que el hombre tiene, y este espacio quiere ayudar a que podáis ver y juzgar que tiene que ver con vuestra humanidad concreta…con el grito de vuestro corazón, si es que, ¡¡aún gritáis de verdad!!

Quiero empezar comentando una canción del último álbum de Amaral. Fue su primer single: “El universo sobre mí”…cuántas veces la hemos escuchado, pero,¿realmente nos hemos parado a ver lo que dice, a conmovernos por el deseo de verdad que late en cada palabra de esta canción?

La canción, que os invito que escuchéis de nuevo después de leer esto, es un grito constante, la misma música nos introduce en este grito…las guitarras, la armónica, la voz…es como que todo se pone de acuerdo para que no miremos a otro lado, para que no nos drogue el ambiente, sino que tomemos en serio que estamos en la vida para algo grande…y qué más grande que la vida se cumpla, que es lo mismo que decir, ¡¡que más grande que ser feliz!!

Comienza la canción reconociendo que la vida no llena, que por mucho que queramos llenarla de cosas, de personas, de diversiones fugaces…la vela se quiere consumir…que la fiesta se acaba, que lo grande se acaba…pero,¿cómo es eso?...¿la vida está llamada a no durar?, ¿las cosas bellas que me pasan en la vida, están destinadas a escaparse entre mis manos, a apagarse como la vela de la tarta?...si el corazón está vivo y experimenta esto, que por cierto, todos experimentamos alguna vez…si como digo, está latiendo, sólo puede gritar como en el estribillo.

Este estribillo es el grito de rebeldía de un hombre que vive, que no se conforma, que no quiere estar sólo entre un montón de gente, y necesito que alguien me comprenda…¡¡quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir…!!!. Que humanidad destilan estas palabras, porque son verdaderas, porque brotan de un corazón vivo, no porque sea intachable, porque nunca se confunda, sino porque anhela la Verdad, y sabe que sólo no se lo puede dar. Es que grita pidiendo ayuda, pidiendo que se cumpla su anhelo de vida que brota en cada cosa que hace, aunque sea confusa.

¿Quien no quiere llorar de felicidad?...pero no de una felicidad cualquiera, una que se va, o que dura lo que los hielos en el cubata del fin de semana. Una felicidad que está presente porque cumple el anhelo del corazón, y ningún sufrimiento o monotonía o nostalgia nos la quitan, sino que aumenta, ante estas circunstancias, la petición como en el estribillo de la canción…porque cuando la he experimentado, aunque sólo haya sido un segundo, no dejo de buscarla ya.

Todos los juguetes, los amantes locos, los zapatos de charol, las casitas de muñecas…imágenes vivas de mis formas de darme la felicidad, no bastan…necesito algo distinto…y entonces aparece de nuevo el grito del corazón…pruébalo y ¡GRITA! LA VIDA ESTA HECHA PARA CUMPLIRSE, PARA QUE EL ESTRIBILLO SE CUMPLA TAMBIÉN PARA TI…


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